jueves, 31 de enero de 2008

La caída de Finrod Felagund

And it is told in the Lay of Leithian, which is the Release from Bondage, that when the company of Beren and Finrod Felagund passed Tol Sirion (which Finrod himself had built), their disguise was challenged by Sauron, the master of the tower. And before the gates of the tower was a great contest for the mastery, between Finrod Felagund King of Nargothrond, and Sauron Gorthaur the Vassal of Morgoth. The Lay of Leithian reads...

He chanted a song of wizardry,
Of piercing, opening, of treachery,
Revealing, uncovering, betraying,

Then sudden Felagund there swaying,
Sang in answer a song of staying,
Resisting, battling, against power,
Of secrets kept, strength like a tower,

Of trust unbroken, freedom, escape,
Of changing and of shifting shape,

Of snares eluded, broken traps,
The prison opening, the chain that snaps.

Backwards and forwards swayed their song,
Reeling and foundering as ever more strong,
The chanting swelled and Felagund fought,
And all the magic and might he brought,
Of Elvenesse into his words,

Then in the gloom they heard the birds,
Singing afar in Nargothrond,
The sighing of the Sea beyond,
Upon the western shores on sand,
On sand of pearls in Elven-land.

Then the gloom gathered, darkness growing,
In Valinor the red blood flowing,
Beside the Sea where the Noldor slew,
The Foamriders, and stealing drew,
Their white ships with their white sails,
From lamp-lit havens, the wind wails,

The wolf howls, the ravens flee,
The ice mutters in the mouths of the Sea,

The captives sad in Angband mourn,
Thunder rumbles, the fires burn,
And Finrod fell before the throne.

Extraído de El Silmarillion, por J.R.R. Tolkien.

miércoles, 30 de enero de 2008

He dicho.

Este tipo es un capo. Yo lo decidí.

domingo, 27 de enero de 2008

Nueve cosas que me hacen flashar un montón

Albert Pla. Castaneda. Y Tolkien. Hesse. Y Miyazaki. Y esa canción de Lou Reed. El porro del Mosqui. Y el de Rubinstein. Y también el ácido lisérgico.

MUY importante

martes, 22 de enero de 2008

Los moldes que le dan forma a uno.

El mundo. Y yo. Y el mundo. Y yo.

Las fuerzas del mundo. Y yo.

El piso. Y yo.

El cielo. Y yo.

El agua, el pasto, los mosquitos, las mojarras, el fuego, el Rouben, y yo.

La oscuridad, el Caos, el miedo, y yo.

Todas esas cosas -y como mil más- me moldean.

Desde donde estoy yo, para todos lados, hacia el infinito, está Todo.

Si Todo no se me viene encima, o si no me disuelvo en Todo, es simplemente porque ahí está mi Voluntad, que le gusta ser sí misma. Ser una solita. Separada del Todo.

El Caos se te ofrece. Y uno juega con él. Uno se mete en esos rincones raros y oscuros de la mente propia, en los que nada tiene sentido, en los que sólo hay formas sin forma, y ojos infinitos, y cosas ocultas, extrañas y amenazantes. Uno se mete, y lo desafía. Desafía al Caos a imponerse sobre la Voluntad. Y cada pasito más adentro es más arriesgado. Cada vez el puente más angosto.

De cualquier manera, siempre he sido Yo el que ha tenido la última palabra. El control. Aguarda con perder el control porque... Porque la pasás mal, dicen.

Cuelgues en los que pienso mientras ando en bicicleta

Soy obstinado. Puedo llegar a decir simplemente que sí, para no tener que sostener una conversación que no tengo ganas, pero por dentro, el hecho de que yo cambie de opinión no es algo fácil. Simplemente no suele pasar.
Muchas veces, mucho tiempo después, a través de mis propios senderos mentales, llego a una conclusión. Y volviendo atrás, recuerdo cosas que me dijo alguna persona alguna vez, y que yo simplemente no podía escuchar. Estaba demasiado encerrado en mi actitud. En mi punto de vista.
Es así, en aquel momento no hubiese podido ver lo que el otro me quería mostrar, y que sí veo ahora. Porque lo importante nunca es la conclusión en sí misma, sino el camino que te lleva a ella. Sin el camino transitado, la conclusión es sólo un grupo de palabras vacías.
La cuestión es que digo: "ah, mirá, al final Pocholo tenía razón. Y yo que tanto le discutí, jajaja".
A veces disfruto mucho de darme el lujo de ser incoherente. Me gusta tener la libertad de darle la espalda a mis yos anteriores impunemente. Total... ¿qué les debo?

Palabras que me gustan: vol. II

nota: A la hora de de comprender el nivel de genialidad de mis palabras favoritas, en efecto que causan se ve aumentado sensiblemente al ser pronunciadas en voz alta.

Milico: Venía andando en bicicleta. Pasaba por el regimiento. Sale un auto de ahí, y me pasa intimidantemente cerca. Automáticamente mi mente pensó 'milico puto'. Fijensé qué bien suena. La palabra Milico entró a mi lista de palabras favoritas. Y es una lástima que no se dé el contexto de usar la expresión 'milico puto' con más frecuencia. Suena tan alegre y divertida...

Algunas mascotas de mi infancia

Cuando era chico, solía soñar que tenía distintos tipos de mascotas algo . . . exóticas.

En éste momento sólo recuerdo tres.

Creo que el más recurrente, era el tigre en miniatura. Resulta que había una publicidad de Esso®, en la que enfocaban de cerca al surtidor mientras tiraba sustancia al auto, y en el chorro pasaba un tigre como de 10 centímetros saltando hacia el tanque de nafta. Yo soñaba que tenía ese tigre, y que le daba chuletas en miniatura. Con forma de chuleta, con hueso, y todo, solo que chiquititas. Recuerdo que una vez me mordió el dedo, y ardía. Y otra vez también, al lado del tigre, tenía en una jaulita una jirafa como de 20 cm de alto.

Otra mascota con la que solía soñar, era un pulpo. A veces soñaba que tenía un pulpo en una pecera, o en la pileta del lavadero, con un tapón. Alguna vez lo saqué del agua, y se quedaba todo baboso y chirliento como son los pulpos afuera del agua. Era genial, porque yo pasaba mucho tiempo observándolo. Los tentáculos, las ventosas, esos ojos tan raros que tienen.

Y la tercera que recuerdo, es un elefante bebé, tamaño real. Me acuerdo que para esa época, había un cañaveral bastante grande en casa, y soñaba que el elefante se comía todas las cañas, y mis padres me decían que no lo podíamos tener más. Era un flash tener un elefante.

Un cuarto animal exótico era un caballo con alas en el que salía a volar a veces, pero ese no era mi mascota. Vivía donde quería, y a veces me llevaba a pasear. Era blanco y con las alas enormes, como el de Tristar®.

Y en la vida real, la mascota más exotica que tuve jamás fué un pichón de tatú que me regalaron los encargados del campo al noooorte de Entre Ríos una vez que fuí a acompañar a mi papá a hacer cosas de hombre de campo. Ese también era fabuloso.

sábado, 19 de enero de 2008

Marcelo®


Maxikiosco, Marcelo:

Compremé a mí, porque para eso puse un maxikiosco.

Marcelo . . . el mejor maxikiosco.
Porque odio, amo. Porque amo, odio.

Porque quiero, estoy.

Porque no quiero, estoy.

No quiero. No quiero querer. Quiero no querer. Quisiera no querer. Aunque quisiera querer también. Quisiera no querer "no querer". Estúpido dragón. Dejá de morderte la cola.

Sutil

Si yo tuviera un maxikiosco, se llamaría "Marcelo, el mejor maxikiosco".

miércoles, 16 de enero de 2008

Al pan, pan; y al vino, vino

En términos generales, los símbolos me enroscan, me confunden, me agotan, me aburren.

Porque si hay un sólo símbolo, si hay uno sólo, hay infinitos. Si las cosas simbolizan cosas, nada es lo que es. Y cada objeto, cada sensación, cada forma encierra todo menos sí misma. Eso son muchíiiisimas posibilidades. Tantas que me explotaría la cabeza.

Se ve que la flaca escopeta lo sabía, por eso hizo este adivinanza:

Linda Peretz: ¿qué no es tren, y no es pera? (notese que al ser pronunciado en voz alta se forma un juego de palabras bastante berreta: "es pera" = "espera")
Horrible perro-marioneta: No se, flaca, es muy difícil.
Linda Peretz: ¡la banana!

A ver. A ver. Analicemos el acertijo. Fijensé que la única forma de no acertar la respuesta es diciendo "tren" o "pera". ¿a quién se le ocurrió? Salvo que Banana quiera decir Tren. Y ahí se va todo al carajo.

Me gustan más los colores, los sonidos, las texturas, los sabores, las sonrisas, las miradas y las palabras que se encierran a sí mismos, y nada más. Es mucho más simple.
Aunque a veces me subo al viaje de las cosas que quieren decir otras cosas que las que son. Y como es lo mismo, en cualquiera de los dos casos me río, me enrosco, me caigo, y me levanto, me sacudo el polvo y sigo corriendo.

Qué grosa la flaca escopeta.

miércoles, 9 de enero de 2008

¡diablos!

Yo una vez, hace mucho tiempo, invoqué al Demonio.

Bah, más que una invocación, fué un reto.

Lo reté a que se manifestara.

Estaba yo acostado en mi cama en buenos aires.

Estaba solo. Y estaba tan oscuro que no se veía nada. No sólo no se veía algo, sino que aparecían esas manchitas y luces que aparecen cuando está tan tan tan oscuro que no se puede ver nada.

Y en esas condiciones pensaba yo que no había ninguna razón por la que no se manifestaría.

Yo no creía que existiera, me acuerdo. Por eso lo reté. Mi pensamiento fué mas o menos como "Está bien, gil, si existís, aparecé. Dicen que te intereso. Entonces aparecé. Te estoy invitando a que lo hagas". Igual no estoy seguro realmente de mis motivos para haberlo hecho.

Tuve un poco de miedo, pero no pasó nada.

Así que me dormí.

martes, 8 de enero de 2008

Monty Python!




Why are we here, what's life all about?
Is God really real, or is there some doubt?
Well tonight we're going to sort it all out,
For tonight it's the Meaning of Life.

What's the point of all this hoax?
Is it the chicken and the egg time, are we just yolks?
Or perhaps we're just one of God's little jokes,
Well ça c'est the Meaning of Life.

Is life just a game where we make up the rules,
While we're searching for something to say,
Or are we just simply spiralling coils
Of self-replicating DNA?

In this life, What is our fate?
Is there Heaven and Hell? Do we reincarnate?
In mankind evolving or is it too late?
Well tonight here's the Meaning of Life.

For millions this life is a sad vale of tears,
Sitting round with nothing to say,
While scientists say we're just simply spiralling coils,
Of self-replicating DNA.

So just why, why are we here?
And just what, what, what, what do we fear?
Well çe soir, for a change, it will all be made clear,
For this is the Meaning of Life
- c'est le sens de la vie,
This is the Meaning of Life.

viernes, 4 de enero de 2008

Ojo

"¿vos te creés que me conocés, Saulo? ¿creés que sabés dónde está mi mente poniendo la atención?"

¿y quién de ustedes cree que conoce mi mente?

Si estás hablando en frente mío, me estás hablando a mí

Ahí están. Las personas. Ahí están. Y vienen. Y te dicen cosas.

Con mala intención. Con buena intención. Con una intención. Intención.

¿qué quiso decir al decir eso?

¿que quiso decir al no decir nada?

Eso que escribió, ¿qué quiere decir?

No me responde, ¿qué quiere decir?

Esa mirada . . . ¡¿qué quiso decir?!

¿me está queriendo decir algo? ¡¿qué?! ¡mierda!

jueves, 3 de enero de 2008

Post

El Fede me pasó esto al azar por mésenyer.
Es un fragmento de "Gertrudis", el libro del macanudo de Hesse.
Bueno, fijensén:

A cada instante había una melodia. En mi sangre, en mis labios, un compás y un ritmo en mi aliento y en mi vida. Por muy ansiosamente que buscase a través de otros muchos senderos la redención, el olvido o la liberación, por muy grandes que fuesen mi sed, mi anhelo de Dios, de comprensión y de paz, todo esto lo hallaba una y otra vez exclusivamente en la música. No era menester que se tratara precisamente de Beethoven o de Bach, no; el mero hecho de que la música existe en el mundo y de que un ser humano pueda conmoverse por la armonía de sus sones hasta lo más hondo de su corazon y sentirse compenetrado con ella, estas solas realidades han significado para mi siempre una consolación profunda y una justificación de la existencia. ¡La Música! concibes una melodia, la cantas mentalmente, solo mentalmente, y embebes todo tu ser en ella... de suerte que toma posesion de todos tus movimientos y energías; durante esos momentos en que vive en tí, apaga todo lo azaroso, maligno, brutal y triste que pudiera haber en tu interioridad; hace vibrar el mundo al unísono, convierte en leve lo pesado y lo ridículo en alígero... Todo eso lo consigue la simple melodía de una canción popular. Y no hablemos de la armonía: cada acorde eufónico de armonía pura, como en un repique simultáneo de campanas, llena el alma de gracia y de una alegría que crece con cada nota que se le añade al acorde; es más, puede en ocasiones enardecer el corazon y hacerle estremecerse de delicia hasta un extremo no logrado por deleite alguna.


Me irritan mucho las palabras que llevan acento y no lo tienen.-