miércoles, 22 de octubre de 2008

Lo fatal

De Rubén Darío, pero me lo pasó Soli. Así que de ella también. O para ella. Algo así.

Dichoso el árbol que es apenas sensitivo,
y más la piedra dura, porque ésta ya no siente,
pues no hay dolor más grande que el dolor de ser vivo,
ni mayor pesadumbre que la vida consciente.
Ser, y no saber nada, y ser sin rumbo cierto,
y el temor de haber sido y un futuro terror...
Y el espanto seguro de estar mañana muerto,
y sufrir por la vida y por la sombra y por
lo que no conocemos y apenas sospechamos,
y la carne que tienta con sus frescos racimos
y la tumba que aguarda con sus fúnebres ramos,
¡y no saber adónde vamos,
ni de dónde venimos...!

2 comentarios:

Sid dijo...

y no saber adónde vamos,
ni de dónde venimos...!

a mi copa bastante..le agrega msterio al asunto este de existir..

Unknown dijo...

Alguien una vez dijo yo soy el alfa y el omega. Ahora mismo me parece que viene a colación.